Cada año, Bacalar recibe un promedio de 180 mil visitantes mientras que su población apenas alcanza los 12 mil 527. De 2005 a la actualidad, la afluencia de turistas creció 750% (INEGI). Fotografía: R. Canul.
La deforestación de la selva inicia con la apertura de caminos que permiten la expansión de la frontera agrícola. Fotografía: R. Canul.
Las colonias menonitas utilizan maquinaria pesada para derribar, en cuestión de horas o pocos días, miles de árboles. Fotografía: R. Canul.
Desmonte de más de 100 hectáreas de selva en tierras ejidales de Andrés Quintana Roo. La depredación es consecuencia de la expansión de las colonias menonitas, fincada en la compra ilegal de tierras. Fotografía: R. Canul.
En 2022 el Estado mexicano conmemoró los “100 años de la llegada de los Menonitas a México” mediante la emisión de una moneda de 20 pesos. Fotografía: R. Canul.
Los pueblos indígenas en México exigen que el Estado garantice el derecho a la libre determinación, la aplicación de sistemas normativos propios y el respeto de la integridad territorial. Fotografía: R. Canul.
La producción agrícola basada en el uso de agrotóxicos y maquinaria pesada forma parte de la cultura de las colonias menonitas asentadas en la península de Yucatán. Fotografía: R. Canul.
Las autoridades ambientales de los tres niveles de gobierno siguen sin intervenir para frenar la deforestación, mientras las colonias menonitas expanden la frontera agrícola sobre la selva y los territorios ejidales. Fotografía: R. Canul.
El avance de los campos menonitas acabó con miles de árboles de numerosas especies protegidas y amenazadas en el ejido El Bajío. Los terrenos son quemados para cambiar el uso de suelo de terrenos forestales. Fotografía: R. Canul.
Desde la llegada de los menonitas a San Fernando, el ejido perdió 2,360 hectáreas de selva. En poco más de 20 años, la deforestación arrasó el 44% de su superficie forestal. Fotografía: R. Canul.
En los últimos 10 años, y a partir de la expansión agroindustrial, el ejido El Bajío perdió una cobertura arbórea de 2,190 hectáreas, equivalente al 45% de su superficie total. Fotografía: R. Canul.
El ejido El Paraíso perdió 2,200 hectáreas de selva en los últimos 10 años por causa de la compraventa ilegal de derechos ejidales y el posterior establecimiento de la agroindustria. Fotografía: R. Canul.
En 20 años, la deforestación en el campo menonita y ejido Salamanca alcanzó las 4,700 hectáreas. Esta afectación representa el 94% de su superficie total de selva. Fotografía: R. Canul.
La deforestación se extiende desde la selva hasta las orillas de la laguna de Bacalar, ocasionando desequilibrios ecológicos en el sistema lagunar. Localidad de Xul-Ha, en Othon P. Blanco. Fotografía: R. Canul.
Tras la conmemoración de los 100 años de la llegada de los menonitas a México, en el pleno del Senado de la República se les refiere como “los Menonitas son un ejemplo de resiliencia, perseverancia, trabajo y disciplina (…) sus comunidades no representan ningún problema para los gobiernos, al contrario, son cooperativos y autosuficientes, con una organización bien definida en materia agropecuaria”.
En el ejido El Bajío y otros campos menonitas los colonos ofrecen servicios de desmonte de selva. Actividad que implica un delito ambiental. Fotografía R. Canul
En el ejido El Bajío y otros campos menonitas los colonos ofrecen servicios de desmonte de selva. Actividad que implica un delito ambiental. Fotografía R. Canul
La laguna de Bacalar alberga al mayor arrecife de estromatolitos de agua dulce del mundo. La turistificación, la agroindustria y actividades antropogénicas ponen en riesgo a este ecosistema (Tarjeta 2021). Fotografía: R. Canul.
La señora M. Olvera y su familia están entre las familias afectadas por el paso del tramo 6 del tren en el ejido Bacalar. Fotografía: R. Canul.
La laguna de Bacalar alberga el mayor arrecife bacteriano del planeta y su salud depende de flujos de agua provenientes de corrientes subterráneas, del río Hondo y el mar Caribe (Tarjeta 2021). Fotografía: R. Canul.
Sociedad civil denuncia públicamente a la SEDENA por rellenar el canal principal del Estero de Chac, un caudal que conecta a la laguna de Bacalar con el resto del sistema transversal costero. Fotografía: M. Hernández.
SEDENA nombró "error humano" al relleno del Estero de Chac. La alteración del ecosistema lagunar podría desencadenar consecuencias ambientales irreparables. Fotografía: M. Hernández.
El Estero de Chac es vital para el flujo constante de agua entre la Bahía de Chetumal y la laguna de Bacalar. En época de lluvias funge como el mayor receptor de agua de la zona. Fotografía: R. Canul.
Apicultor de miel orgánica de la Sociedad Kabi Habin en el ejido Blanca Flor, Bacalar. Fotografía: R. Canul.
La selva de Bacalar es un importante corredor biológico que conecta la reserva de la Biosfera de Sian Ka´an con la de Calakmul y el Área de Protección de Flora y Fauna Balaan Kaax. Fotografía: R. Canul.
Un poblador de Bacalar observa un árbol longevo de cedro en la reserva de San Felipe. Fotografía: R. Canul.
La apicultura es una de las actividades económicas más importantes para las familias campesinas de Bacalar. Apiario de un integrante de la Kabi Habin, ejido Blanca Flor. Fotografía: R. Canul.
La milpa maya es reconocida como un Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por el manejo que se le da a las tierras para producir alimentos y la relación de cuidado con el territorio y el ambiente. Fotografía: H. Uc.
El colectivo Muuch’ Kanan I’inaj trabaja por la preservación de la tierra, las semillas y la autonomía alimentaria. Fotografía: H. Uc.
Integrantes del colectivo Muuch’ Kanan I’inaj festejan la vida a través del cuidado de las semillas y el fortalecimiento de la organización comunitaria y la defensa del territorio. Fotografía: H. Uc.
Las y los jóvenes del ejido Isidro Fabela tienen certezas sobre la tenencia de la tierra. Al cumplir la mayoría de edad, el ejido les otorga derechos agrarios y les asigna una porción de tierra. Fotografía: R. Canul.
Juventudes de Isidro Fabela se capacitan en el monitoreo de la selva para el buen uso y la implementación de un manejo forestal adecuado. Fotografía: R. Canul.
La Sociedad El Achiotal es un ejemplo de manejo forestal comunitario. Esto se traduce en una alternativa económica para las familias y la conservación de la selva. Fotografía: R. Canul.
El ejido Isidro Fabela es uno de los mejor conservados en medio de una zona de expansión menonita. En un lapso de 20 años redujo el 3.5% de su superficie forestal. Fotografía: R. Canul.